Son cinco puntos a los que jamás renunciaremos, cinco principios no negociables por ningún cristiano. Y todos ellos pasan por el respeto a la vida.
Los ciudadanos de Estados Unidos votan hoy mucho más que la presidencia de su país. Y ante una elección de singular trascendencia, la Iglesia en aquella nación no ha dudado un solo instante en manifestar pública y claramente, y con gran firmeza y rotundidad, su postura innegociable con respecto a la vida y a la libertad religiosa.
La Iglesia católica de Estados Unidos no se ha callado ante las propuestas de republicanos y demócratas y ha batallado duramente para recordar que hay cinco temas que de ninguna manera son negociables para un cristiano: el aborto, la eutanasia, la investigación con células madre embrionarias, la clonación humana y la redefinición del matrimonio, asunto este último que hoy es de triste actualidad también en España.
El Padre Shenan J. Boquet, presidente de Human Life International, ha publicado una extensa reflexión sobre el significado de la jornada electoral de hoy en su país, de la que ofrecemos unos extractos:
«Esta elección es sobre la vida y la muerte, la protección de la sagrada institución del matrimonio y de nuestros derechos fundamentales para vivir nuestra fe.
»Los Católicos de Estados Unidos están en el centro de atención en esta elección.
»Los políticos y los medios de comunicación tienen, de forma deliberada o no, la responsabilidad de haber alimentado la confusión entre los católicos de Estados Unidos en lo que respecta a las enseñanzas de la Iglesia, y lo que a los votantes católicos debería concernirle. La Iglesia misma es muy clara en sus enseñanzas, pero la verdad del mensaje de la Iglesia se puede perder en el diluvio de anuncios políticos y discursos encaminados a conseguir votos. En estos días críticos previos a la elección, es imprescindible que nos acerquemos a nuestros amigos y familiares para explicar sobre los temas no negociables para los votantes católicos.
»Los católicos deben estar conscientes de los cinco temas no-negociables (aborto, eutanasia, la investigación de células madre embrionarias, la clonación humana y la redefinición del matrimonio), que son males intrínsecos que no pueden ser admitidos. La votación para limitar el mal en estos temas morales es mucho más importante que cualquier posición en la política económica o la cuestión de asistencia financiera que el gobierno brindara en cualquier elección. Votar por un candidato que favorece y apoya a alguno de los cinco temas no negociables podría llevarnos a ser moralmente cómplices de la promoción de estos males intrínsecos, poniendo el alma en peligro, como el obispo David Ricken de Green Bay valientemente dijo la semana pasada.
»Además de votar para limitar los males del aborto, la investigación en células madre embrionarias, la eutanasia, la clonación humana y la redefinición del matrimonio, los católicos que van a la votación electoral el martes debe estar conscientes de la amenaza totalmente real para la libertad religiosa. En enero pasado, el Papa Benedicto XVI les dijo a los obispos de los Estados Unidos:
»Es imperativo que toda la comunidad católica de los Estados Unidos se dé cuenta de las graves amenazas para el testimonio público moral de la Iglesia…Son de particular preocupación los intentos de determinados hechos para limitar la más apreciada de las libertades americanas, la libertad de religión. Muchos de ustedes han señalado que los esfuerzos concertados ha negado el derecho a la objeción de conciencia por parte de los individuos e instituciones católicas con respecto a la cooperación en prácticas intrínsecamente malas. Otros me han hablado de una preocupante tendencia a reducir la libertad religiosa a la simple libertad de culto sin garantías de respeto a la libertad de conciencia.
»Para combatir esta amenaza, el Santo Padre pidió “laicos católicos comprometidos,articulados y bien formados… con el coraje para hacer frente aun secularismo reductivo que deslegitima la participación de la Iglesia en el debate público sobre las cuestiones que están determinando el futuro de sociedad estadounidense”. Pero no podemos depender solamente delos obispos,o incluso a los sacerdotes en el púlpito, para formar a los laicos. Cada uno de ustedes que leen esto debe participaren ayudar a formara nuestros hermanos y hermanas en Cristo para limitar el mal que se puede hacer por aquellos que están en posiciones de poder político.
»Lamentablemente muchos de nuestros hermanos católicos han sido engañados al pensar que las tasas impositivas son más importantes que la vida humana en el vientre materno, la dignidad de las personas mayores y personas con discapacidad, la santidad del matrimonio verdadero entre un hombre y una mujer, y la libertad de practicar abiertamente la fe de Nuestro Señor. Depende de nosotros el poder cambiar eso.»